La semana pasada terminé de leerme está novela corta de Muñoz Molina; que apenas si tiene 200 páginas. Publicada inicialmente en el Círculo de Lectores en 1999, Alfaguara la publicó para el público en general en el año 2000; si bien a día de hoy es más fácil encontrar la edición de 1999 que la del 2000.
Blanca es la mujer de Mario, un oscuro delineante de la Diputación de Jaén, en la que poco a poco desgrana a lo largo del libro su vida con Blanca; él vive por y para ella, inseparable y profundamente enamorado de su mujer, no pueden ser más diferentes. Ya desde sus orígenes Mario era de un pequeño pueblo de la provincia de Jaén y no disfrutó de ningún lujo hasta bien adulto; Blanca es hija de notarios y proviene de una familia con recursos; ella es amante del arte y se siente cómoda rodeada de artistas, moviéndose en sus círculos y en su forma de vida; en contraposición Mario es de rutinas fijas y una vida bien estable y segura.
Lo que empezó funcionando por el carácter bueno y compasivo de Mario y la situación desorientada y desorganizada de Blanca se vuelve insostenible con el paso del tiempo ante la incompatibilidad de costumbres y caracteres.
Una novela un tanto autobiográfica, o quizás lo que podría haber sido de no haber triunfado con la literatura Muñoz Molina; cercana por su temática y relato y también por la geografía; la Jaén de los años 80