Esta semana aprovechamos para ir a Jaén al cine a ver la que es por el momento la última película de Tarantino: «Érase una Vez en Hollywood».
Al estilo de Malditos Bastardos (que compruebo ya ha cumplido 10 años); Tarantino juega a re-escribir la historia como le hubiese gustado. Es un tanto rara por la falta de violencia, tan del gusto de Tarantino. Cuenta la historia de un actor de series venido a menos – Rick Dalton, interpretado por Leonardo DiCaprio, acompañado siempre por su doble y chico para todo, Cliff Booth – Brad Pitt; juntos intentan sobrevivir como pueden en un Hollywood que ya ha olvidado a Rick y lo reservan para interpretar al malo en capítulos sueltos de series.
Estamos a finales de los años 60, la contra cultura y los hippies hacen su aparición también en la forma de la Granja en la que Charles Manson se había atrincherado con sus seguidores. Cliff toma contacto con ellos; mientras Rick viaja a Europa para participar en diferentes Spaghetti western; lo cuales no son santos de su devoción; pero es mejor que lo que está haciendo en Estados Unidos.
Uno de los vecinos es el mismísimo Roman Polanski; junto a su novia Sharon Tate; momento donde Tarantino aprovecha para hacer su magia y jugar a adaptar su historia a su gusto.
Es una película un tanto anómala para ser de Tarantino, casi no hay violencia hasta el final; aunque con unos personajes bien marcados; el ritmo de la película decrece un poco hacia la mitad; aunque no deja de ser divertida la interpretación de Tarantino de la historia y en especial los guiños a la historia del cine que tanto le gustan al director.