Después de los regalos del amigo invisible que nos hicimos en Enero, Sandra y yo teníamos pendiente un viaje a Faunia a visitar los pingüinos.
Faunia es un parque zoológico y jardín botánico en Madrid gestionado por la empresa «Parques Reunidos S.A.» (que cotiza en bolsa). Faunia reproduce diferentes ecosistemas, intentando emular de esta forma el lugar original de vida de los animales para intentar que puedan vivir casi como en su hogar, pese a las limitaciones de espacio.
Cogimos el coche para Madrid, y pese a estar asustados por las restricciones por el tema de las emisiones en Madrid; no tuvimos que ir más allá de la M-30, y aparcar junto al parque fue muy sencillo. Aproveché para llevarme la Pentax k-7 con el Tamron 70-200 que pensé podría dar buen rendimiento en un zoo.
Teníamos el pase para ver a los pingüinos a las 4 de la tarde; así que entramos directamente a ver el resto de zonas; al entrar los primero que se ven son unas lagunas llenas de pájaros (pelícanos o flamencos); continuamos paseando para llegar a una zona de animales de granja (ovejas, cerdos, caballos, cabras, etc.), y luego a un pequeño estanque donde hacían un pequeño espectáculo con leones marinos, que nos quedamos a ver; coincidió justo que llegamos con que empezaba uno.
Continuamos a un pequeño terrario, cubierto donde había cocodrilos, pirañas, y otros animales de la zona; para luego pasar a una sala contigua con un mariposario.
Unas salas oscuras y casi sin ventilación simulan los hábitats del desierto y de animales nocturnos, donde había hienas, erizos, y algunos tipos de monos.
Dentro de la zona de climas tropicales nos sorprendió encontrar animales como las jutías, endémicas de Cuba y otros animales como monos, tortugas, y en un enorme espacio con árboles, tenían los pájaros: tucanes y loros de diferentes colores.
Un enorme acuario, con un pasillo central por el que se pueden ver los animales nadando nos sorprendió; en especial por los manatíes; de los que tanto habla García Márquez en sus libros.
Tras un breve descanso para almorzar, dentro de uno de los bares / restaurantes que hay en el parque, continuamos nuestra marcha; esta vez de camino para el hábitat de los polos, donde tienen a los pingüinos; intentando reproducir las temperaturas y las condiciones lumínicas; habiendo conseguido que sean capaces de criar en cautividad. Nos cogió una monitora que junto con otro grupo; nos explicaron las condiciones de vida, su alimentación, nos pusieron una ropa para el frío, y tras desinfectarnos el calzado entramos a verlos directamente; estando terminantemente prohibido tocarlos para evitar picotazos.
Pasamos por el hábitat de Australia y África, donde tenían animales como canguros, grullas, lemures, junto con otros terrarios con diferents tipos de lagartos.
Y en eso se nos pasó el día; sobre las 6, ya comenzando a anochecer cogimos el coche para volver a la casa; impresionados por la cantidad de animales que vimos y las condiciones en las que viven.
3 agosto, 2019
por admin
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