6 marzo, 2020
por admin
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Palacio de Villandry
Empezando con los palacios del Valle del Loira, el primer palacio que decidimos visitar el Palacio de Villandry, localizada en la localidad homónima. Luego descubrimos que es uno de los pocos palacios del Valle del Loira que aún se encuentran en manos privadas; y en este caso es de los descentientes de un gallego que emigró a Francia y montó un laboratorio farmaceútico a principios del siglo XX.
Junto a la carretera hay un parking donde pudimos dejar el coche y tras pagar la entrada, cruzamos un pequeño jardín para entrar en el edificio principal del Palacio.
En la planta baja se visitan diferentes salones, bellamente decorados y que nos dan la idea de cómo podían vivir sus dueños cuando el Palacio estaba en pleno uso: Comedores, salones, pianos, adaptados a la vida de siglos anteriores, antes de la llegada de la electricidad y de los entretenimientos modernos.
Digno de mención es la cocina, espaciosa y luminosa.
En la planta superior, suntuosos dormitorios y una bien surtida biblioteca, van contando la historia de los actuales propietarios: los descendientes de un emigrado gallego que montó un laboratorio farmaceútico y le fueron muy bien los negocios; perteneciendo ahora el Palacio a sus descendientes.
La segunda y última planta estaba reservada a los dormitorios de los niños y sus entretenimientos, incluyendo incluso algún teatro de marionetas y libros infantiles.
Finalmente, salimos al techo, donde puedes pasear por las terrazas y ver las salidas de las chimeneas, antes de bajar y salir al jardín; de estilo francés con numerosas plantas, que tuvimos suerte de ver en primavera, en plena floración, un agradable paseo por un jardín de varias hectáreas.
Al salir se pasan junto a los antiguos edificios de las caballerías; un mini-palacio, digno de admirar en cualquier otro sitio. Una vez salimos del jardín, volvimos a cruzar la carretera para acceder al parking y coger al coche, camino del siguiente Palacio: El de Chenonceau.