22 mayo, 2020
por admin
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Este fin de semana aprovechamos para ver «La Guerra de las Corrientes«; una película que me perdí cuando hace algunos meses estrenaron en los cines. Narra la lucha personal entre dos pioneros: Edison (interpretado por Benedict Cumberbatch) y Westinghouse (Michael Shannon; de la serie Boardwalk Empire del 2010)
Edison venía de inventar el fonógrafo; un invento puramente mecánico, pero que era capaz de guardar la voz para la posteridad y su reproducción; un invento que le lleva a la misma Casa Blanca y le permite entrar en contacto con el Presidente de EE.UU. y acceder a grandes banqueros como J. P. Morgan (Matthew Macfadyen). En paralelo Westinghouse es un empresario de éxito después de patentar y comercializar con éxito un revolucionario sistema de frenos hidráulicos para trenes. Westinghouse tenía ganas de entrar en el mercado de la electricidad, pero el excéntrico de Edison quería continuar por su cuenta; cancelando sin avisar una reunión programada con Westinghouse.
Ese fue el punto de partida para la carrera paralela de cada uno: Edison apostando por la corriente continua y Westinghouse por la alterna; cada uno alabando sus ventajas y exagerando las desventajas del contrario. Edison aprovecha para pleitear contra Westinghouse por la patente de la lámpara; lo que obliga a Westinghouse a cambiar la rosca de sus lámparas por bayonetas. La clara desventaja de la continua de Edison es la dificultad en su transporte lo que le obliga a instalar pequeñas fábricas para cubrir unos pocos kilómetros cuadrados y la desventaja de la alterna; en aquella época; la ausencia de motores que pudieran complementar la iluminación en instalaciones industriales y la mayor facilidad para electrocutar; animales y personas.
Un joven ingeniero llegado de la vieja Europa; del entonces aún Imperio Austro Húngaro; Tesla, comienza a trabajar para Edison; si bien al no cumplir las promesas con la consecución de los objetivos hace que se instale por su cuenta y finalmente desarrolle el motor de alterna que tanto interesara a Westinghouse.
Y por último la Exposición Universal de Chicago de 1893; y la lucha entre los dos para hacerse con el suministro eléctrico de la Exposición; llevándosela finalmente Westinghouse.
Una película interesante y amena para cualquier amante de la técnica y la ingeniería; amena; una historia de dos empresas y modelos pioneros de la electricidad; empresas que con el devenir de los tiempos llegaron a hacer incluso Céntrales Nucleares.