Se acerca, la que quizás sean las Navidades más raras de los últimos años, con el fantasma del virus COVID19 rodeándonos y la amenaza latente de un posible confinamiento ante el desbordamiento de los servicios sanitarios; pero pese a todo ello, las costumbres navideñas siguen y una de ellas es la ilusión del 22 de Diciembre de la Lotería de Navidad. Este año ilustrado con una bella tabla del Bosco.

Como cada año, el Club Ciclista Tosiria pone a la venta el número 4785, siendo los socios responsables de su venta y distribución.

¿Quién quiere un décimo? ¿Y cuántos?

Reservamos unos días en Navidad en El Valle de Arán; así que el mismo día de Navidad salíamos de Martos en dirección a Zaragoza donde haríamos nuestra primera noche; acercándonos de esta forma a nuestro destino.

Teníamos el hotel cerca del dentro e incluso para llegar a dejar las maletas tuvimos que cruzar un par de calles peatonales, para aparcar finalmente en unos parkings públicos justo junto a la Basílica del Pilar; que hacía ya más de 10 años que no visitaba. Callejeando por la ciudad, pasamos por la Plaza de España.

Tras descansar y asearnos un poco después del viaje; nuestro primer festino fue visitar la Basílica del Pilar aunque ha dando una vuelta por la zona había mucho ambiente navideño: un enorme Belén; puestos de venta callejeros con comida y muchas luces de Navidad.

Nos bajamos hasta llegar al río, y cruzar un par de puentes para disfrutar de las vistas de la Basílica del Pilar, y llegar hasta unos antiguos restos de la muralla romana de la ciudad de Cesaraugusta; pasar frente al Mercado Central y pasar frente a la Iglesia de Santa Isabel de Portugal.

Finalmente llegamos; casi sin saberlo, hasta «El Tubo», una zona cerca de la Basílica del Pilar con gran cantidad de bares, perfectos para tomar una cerveza y unas tapas para cenar; y como no, disfrutar de la cerveza local: Ambar; antes de volvernos ya para el Hotel.

El 26 por la mañana, madrugamos un poco y tras callejear un poco y desayunar, empezamos por ir a visitar la «Seo de Zaragoza», la primera catedral de la ciudad; que comparte sede catedralicia junto con la basílica del Pilar.

La Seo de Zaragoza es un enorme templo gótico que tiene adyacente una pequeña parroquia. Si espectacular, y quizás más conocida es la Basílica del Pilar; la Seo de Zaragoza es sencillamente espectacular: una enorme mole de piedra gótica; y es que tiene planta cuadrada con 5 naves; lo cual hace que las bóvedas de crucería sean sencillamente espectaculares; numerosas capillas laterales entre góticas y barrocas, y el altar mayor gótico; el cimborrio.

Tras visitar la iglesia; en la parte trasera subiendo unas escaleras se puede disfrutar del museo de tapices del Obispado.

Y junto a la portada del siglo XVIII; en el lateral el muro y el ábside son de arte mudéjar aragonés.

Desde la Seo nos fuimos a visitar la Lonja; situado en la misma plaza que la seo; el Ayuntamiento y la Basílica del Pilar; ahora pertenece al Ayuntamiento de Zaragoza que lo utiliza como salón de exposiciones; También una techumbre gótica, donde las columnas tienen unos capiteles sobre-elevados con leones.

Y tras visitar los alrededores de la Basílica, cogimos el coche para ir a visitar el Palacio de la Aljafería: Un palacio musulmán de la época de los Reinos de Taifas; lo que lo hace muy interesante al ser más antiguo que la Alhambra, por ejemplo. Actualmente es la sede del Gobierno de Aragón.

En la planta baja, tras entrar por el primer patio; un segundo patio más lujoso, con un estanque central con numerosos arcos de herradura con mocárabes ordenan las estancias; el Patio de Santa Isabel.

Curiosamente en la parte superior las estancias fueron adaptadas por los Reyes Católicos, lo que lo convirtió en un palacio cristiano medieval; recordando al pasar las salas al Alcázar de Segovia.

Y tras recorrer la Aljafería; era ya la hora de comer, por lo que buscamos una cafetería por la zona (no muy difícil al ser una zona de oficinas), y tras almorzar, preparamos el coche para salir, rumbo a al próxima parada: Lourdes en la vecina Francia.