29 mayo, 2021
por admin
Sin comentarios
El último fin de semana de Julio nos escapamos a Málaga, ahora que la «nueva normalidad», permitía los movimientos, nos escapamos a Málaga para acompañar a Repiso que tenía que tenía que hacer unos trámites allí para la obtención de su título de PER. Por la mañana estuvimos con Rafa; lo acompañamos hasta la Facultad de Derecho de la Universidad; comimos juntos y Rafa se volvió para Granada.
Por la tarde; tras descansar un poco nos fuimos a pasear por el puerto de Málaga y nos encontramos con una sorpresa: la réplica de la Nao Victoria, estaba anclada en el muelle y podía visitarse tras pagar una entrada. Es una réplica del primer barco que dio la vuelta al mundo en el lejano 1519 construido para la exposición de Sevilla de 1992.
Compramos los tickets y tras esperar unos minutos por la zona entramos; y uno de los marinos, pese a llevar pocos meses navegando en el barco nos explico todo: nos llevó al castillo de popa, al de proa y nos bajó hasta las bodegas del barco que han convertido en los camarotes donde vive la tripulación; incluso nos enseñaron unos motores actuales; de tractores John Deere, para ayudar al barco en momentos de poco vientos. Pese a ser una réplica de un barco del siglo XVI; eso no impide que tengan algunos adelantos: rueda para el timón, motores de ayuda, gps, etc.
Tras terminar la visita y aceptar una invitación a un aperitivo fresquito dentro del propio barco, nos volvimos a la casa tras pasear un poco por el puerto y contemplar una extraña Málaga casi vacía de turistas; para luego volvernos el domingo a Martos tras comer un poco de pescados de la zona.