Aún aún terminando la obra, pendientes de electricistas, de la llegada de muebles y pequeños retoques; me he encontrado con Mario y María justo debajo de casa y los he invitado a ver la obra; que a uno le hace ilusión enseñarlo y tomar nota de los comentarios que a uno puedan hacer.

¡Ya queda menos!

Hoy nos ha tocado pasarnos por el piso, iba a venir el carpintero a empezar a poner armarios; Sandra tenía que ir a la Universidad, así que lo más fácil ha sido pedir tele trabajo para poder abrir las puertas al carpintero.

Aún no tenemos muchos muebles, pero con la mesa del balcón y las sillas, he podido apañarme, el Internet del móvil y la luz que si la tenemos dada, no me ha faltado de nada para inaugurar mi pequeño “despacho”.

Y así poco a poco, vamos montando las cosas.