El otro día leí sobre esta película que a modo de comedia narra los hechos acaecidos los momentos previos a la caída del Muro de Berlín cuando con posterioridad a la rueda de prensa del burócrata de la Alemania Oriental, Schabowski, informaba que los alemanes orientales podían emigrar a la Alemania Occidental sin más requisitos. Eso produjo un revuelo y una situación de desconcierto en los hasta entonces estrictos y herméticos puestos fronterizo.
Sin embargo el jefe de puesto, Harald Schäfer (Charly Hübner) no supo muy bien cómo controlar la situación cuando la multitud empezó a congregarse frente al puesto fronterizo; indeciso entre usar la violencia, esperar noticias de sus superiores; finalmente decidió invalidar los pasaportes de los ciudadanos (convirtiéndolos en apátridas), aunque como todo sabemos el desmoronamiento de la Alemania Oriental fue rapidísimo.
Una película entretenida y divertida, que cuenta nuestra historia reciente en Europa, y que ahora parece volver a tiempos convulsos.