El pasado sábado aprovechamos la sobre mesa para ver esta película que se estrenó este verano y que ya está disponible en «streaming».
Protagonizada por Brad Pitt en el papel con nombre en clave «Mariquita» y dirigida por David Leitch; Mariquita recibe el encargo de meterse en un tren bala japonés y coger un maletín identificado con un tren en las asas. Dicho y hecho, aunque todo se va complicando conforme vamos conociendo al resto de pasajeros en el tren: los dos hermanos «Limón» (Brian Tyree Henry) y «Mandarina» (Aaron Taylor-Johnson), que custodian al hijo de la Peste Blanca, «Lobo» (el músico Bad Bunny), que hace de sicario mexicano, Príncipe (Joey King), una chica vestida de niña que ha atraído hasta el tren a Yuichi, el que parece ser un miembro de la yakuza japonesa; y por último Avispón (Zazie Beetz), una asesina experta en venenos. Ahora, como si fuera una coctelera lo mezclamos todo bien mezclado: Lobo intenta asesinar a Mariquita pero falla, mientras Mariquita consigue el matelín a la primera; el hijo de la Peste Blanca es asesinado delante de Limón y Mandarina, por lo que se deican a buscar al asesino por todo el tren; la víbora que usó Avispón se escapó y campa libre por el tren, haciendo de las suyas también. Todos parecen estar relacionados de una forma u otra con la Peste Blanca, un ruso que consiguió apoderarse de una banda completa de la yakuza japonesa.
Es una divertida comedia de humor negro, donde como si de «Asesinato en el Orient Exprés» se tratara, todos están encerrados en un tren que se mueve a una velocidad endiablada, un sistema cerrado, donde los asesinos, poco a poco sólo pueden hacer lo que saben sin saber qué manos los controlan.