Tenía este libro pendiente, después de haber leído los primeros volúmenes de la trilogía, y con la triste noticia de este septiembre del fallecimiento del escritor, decidí terminarme la trilogía.
Como el resto de la trilogía es un libro denso, en el estilo del autor, lleno de auto reflexiones y quizás con un punto autobiográfico o más bien donde el protagonista, Jaime Deza, hereda algunos rasgos del propio autor.
Aquí asistimos a los últimos años de Deza en Inglaterra, retomando la historia donde la dejamos en el volumen II, cuando su jefe amenaza a un chulillo en la discoteca, su compañera Perez Nuix, le pide alguna ayuda, mientras sigue su trabajo en el edificio sin nombre, unas vacaciones en Madrid, para intentar poner orden sobre las cosas que dejo atrás o una visita a Wheeler, para hacer un pequeño recorrido sobre los orígenes de los servicios secretos ingleses completan las «aventuras» de Deza.
Una buena novela de Marias, en la línea que nos tiene acostumbrado, llena de reflexiones personales del autor, incluso en esta, el aparentemente tranquilo protagonista español se anima a emprender acciones violentas, debido a las «malas» juntas inglesas. Una lástima que ya no vayamos a tener nuevas obras.