14 abril, 2023
por admin
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Antonio Martínez, antiguo compañero del Colegio Mayor y con el que coincidí este último otoño, después de casi 20 años, me recomendó esta buena lectura, con la que he decir que acertó.
Es la primera novela del escritor extremeño «Jesús Carrasco» y que fue todo un éxito, publicada hace 10 años, incluso tuvo una adaptación cinematográfica.
El protagonista es un joven, un zagal que se escapa de casa y tras pasar un día en un pequeño agujero a las afueras de su pueblo, huyendo de las partidas que lo buscan, coincide con un pastor, que pese a no ser hombre de muchas palabras le ayuda en su huida.
No es fácil el camino, la llanura, la sequía y el sol ardiente terminan de hacer la historia aún más dolorosa y angustiosa. Huyen del pueblo, pero el alguacil con sus muchachos se encargan de buscarlo. Pueblos abandonados por la sequía, las pocas personas que encuentran en su huida tampoco son de ayuda, al haber sido advertidos por el alguacil.
Un relato negro y oscuro, de pobreza y miseria, donde el llano y el sol abrasador siempre están presentes, en unos pueblos abandonados por los hombres por la sequía, el único símbolo de modernidad en todo el libro no es más que el ferrocarril y la moto con sidecar del alguacil.
Aún así un relato que engancha desde el primer momento pese a la crudeza del relato.