Ahora que una de las dos películas «sensación» de este verano (junto con Oppenheimer) está en plataformas de streaming estuve viendo «Barbie», protagonizada por Margot Robbie (Barbie) y Ryan Gosling (Ken)
En un mundo paralelo, viven las Barbies (la popular muñeca de Mattel), de carne y hueso que tienen su muñeca de plástico en el mundo de los humanos. Uja de ellas es la Barbie arquetipo que interpreta Robbie, un buen día algo empieza a cambiar en su mundo de ensueño y perfección, parece que la dueña de su muñeca está triste y deprimida, sentimientos que también le afectan a la muñeca, por lo que decide emprender un largo de camino hasta California, lugar de la sede de Mattel. En su camino descubre que uno de los Ken (Gosling) se ha colado de polizonte en un intento de ganar notoriedad en un mundo donde son personajes secundarios.
Al llegar a California es donde empieza la parte más confusa, viendo en paralelo la búsqueda de Barbie de su dueña y de Ken buscando el «heteropatriarcado».
Finalmente Ken decide volverse al mundo de Barbie para cambiar su organizada basado en el «heteropatriarcado», mientras Barbie consigue su búsqueda a través de las oficinas de Mattel hasta dar con su dueña para ver qué esta mal; cuando vuelve a su mundo descubre el desbarajuste que ha creado Ken.
Una película desde luego rara, que intenta mezclar comedia y política con un resultado un tanto incierto; es mejor dejar los experimentos para hacerlos con gaseosa mejor.