Esta semana terminé de leerme «Roma Soy Yo», la primera parte del último trabajo De Santiago Posteguillo, que tras haber escrito sobre Escipión, sobre Trajano, y Julia Domna, ahora le toca el turno a Julio César. Este primer volumen está dedicado a los primeros años de César, desde su nacimiento como miembro de la gens Julia, y descendiente directo de Eneas, en un tiempo de confrontaciones civiles en Roma, entre los optimates y los populares.
Siendo sobrino de Cayo Mario, un héroe de la República Romana, que reformó la organización de las legiones y vencedor de numerosas batallas, defendiendo a Roma de los bárbaros; la creación de dos bandos en Roma, donde la familia de Julio César apoyaba claramente a los populares; las primeras historias que cuenta la novela son anteriores incluso al nacimiento del propio César, vemos como el joven César crece desde niño dentro de una familia relativamente poderosa en Roma, casado de joven con Cornelia, como alianza familiar, que era hija de Cina, también de la facción popular.
Pese a ser presionado por Sila (líder de la facción de los optimates) para divorciarse para poder ser controlado más fácilmente, César pasa algún tiempo como prófugo fuera de la ciudad, pese a haberle sido concedido el puesto de flamen Dialis, el sacerdote de Júpiter; de gran importancia en Roma.
También asistimos a su puesto como legado en el ejército romano, combatiendo en Mitilene, en la Isla de Lesbos en una operación trampa contra los griegos sitiados para hacerlos salir de la ciudad fortificada; para terminar cronológicamente con su trabajo como abogado, enfrentándose a Dolabela, uno de los protegidos de Sila, defendiendo a unos acusadores de Macedonia que pretendían juzgar a Dolabella por corrupción.
Un primer libro que cubre las primeras fases de un personaje tan importante como César, y que quizás no sean desde luego ni las más conocidas pero que forjarán al personaje que luego conquistaría las Galias.
Un libro muy formativo.