
Este fin de semana me inventaron a un cine club a Jaén, donde pusieron una de las últimas novedades y triunfadora de los últimos Goya celebrados en Granada: «La Infiltrada», y que salió en los titulares de prensa por el discurso de María Luisa Gutiérrez, productora de la película y socia de Santiago Segura.
Narra la historia de Aranzazu (protagonzada por la actriz Carolina Yuste), que tras pasar por la Academia de Policía de Ávila, es reclutada por su superior, Ángel «El Inhumano» (Luis Tosar), para infiltrarse en los entornos terroristas de la ETA, allí poco a poco, consigue hacerse con la confianza a través de las Herriko tabernas, en la época de sangrientos atentados como el de Gregorio Ordóñez, que es retratado con gran realismo en la película.
Me ha recordado por la temática a la película «El Lobo» del año 2004 y que recuerdo haber visto en mis años de Granada; desde luego una película realista y brutal, mostrando el compromiso y sacrificio de la protagonista frente a las ensoñaciones irreales y absurdas de los terroristas que no dejaban de ser unos jóvenes delincuentes.