11 octubre, 2008
por admin
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El domingo fue el último día que estuvimos de reunión los Erasmus del 2006, así que después de madrugar muchísimo (nos habíamos acostado un poco tarde…) y de desayunar empezamos nuestra vuelta matutina por Madrid. A dos pasos del hotel estaba la Plaza Mayor, así que de nuevo nos fuimos para allá y ?Sorpresa, Sorpresa! ?El mercadillo Numismático! Realmente impresionante, todos los soportales de la Plaza Mayor llenos de puestos vendiendo monedas, que barbaridad, ahora eso sí, ahí es para ir con tiempo y echar la mañana entera. Y por supuesto no me pude resistir, y me compré alguna cosilla que me faltaba.
Después de la Plaza Mayor seguimos bajando en dirección al Palacio Real, pasando por el Ayuntamiento, y algunos otros edificios desconocidos para mí.
Aunque queríamos entrar al Palacio Real, la cola era muy larga y Jose y Virginia tenían que irse temprano, así que cambiamos y al final volvimos a entrar a la Almudena puesto que algunos no la habían visto.
Nos fuimos poco a poco hasta el Palacio Real y estuvimos dando una vuelta por los Jardines de Sabatini.
Al poco llegamos a la Plaza Mayor donde vino la primera despedida: Jose, Virginia y Elena tenían que irse temprano, poco a poco fuimos subiendo por la Gran Vía, y entramos en un bar para tomarnos una cerveza, y tan cansados estábamos que no teníamos ganas de movernos, así que nos quedamos comiendo.
Bien descansados subimos por la Gran Vía y al final y un poco antes de llegar a Sol nos encomtramos con un Fnac, y parada de nuevo para que Rubén buscase un libro en inglés de dragones que aún iba a tardar un par de años en salir en español.
Sin parar nos fuimos ya para el Hotel para recoger las maletas, y nueva despedida, esta vez de Rubén que vinieron a recogerlo sus familiares, antes de irse para Zúrich.
Nos fuimos por la Calle Atocha para abajo buscando la estación de trenes, y a medio camino, Amelia cogió el metro para ir a la estación de Autobuses.
A la estación de Atocha llegamos solamente Jose, Maite, Albert y yo mismo, mi tren salió el primero de todos y allí nos despedimos.
Aunque eso sí, nos hemos quedado con muchas ganas de repetir, a ver si organizamos una casa rural o algo parecido.