Vaya, vaya, los 40 van cayendo poco a pocos a los amigos; hace algunas semanas nos llamó María para decirnos que iba a organizarle un cumpleaños sorpresa a Emilio, y que contaba con nosotros; además iba a ser un cumpleaños sin niños y organizado en un sitio muy chulo: Mojacar, donde María tiene su casa y coincidió con Emilio hace algunos años en el Hospital.
Recien mudados al nuevo piso y ya teníamos planes para pasar el primer fin de semana fuera.
Reservamos una habitación en un hotel de la zona, y el sábado temprano estábamos en el chiringuito que había reservado María, donde nos encontramos ya con algunos amigos que habían llegado antes, y otros compañeros de Emilio y María del hospital.
Al final entre unas cosas y otras, tuvimos oportunidad de pisar la playa, escuchar música en directo, descansar un rato e incluso quedarnos hasta cenar.