Ayer fuimos al cine a ver una película española «Celda 211», un drama carcelario, y de la que últimamente se habla bastante (El martes por la noche por ejemplo escuché una entrevista al director – Daniel Monzón – en la radio).
La película trata de un muchacho, Juan Oliver (Alberto Ammann), que va a incorporarse como funcionario de prisiones, aunque decide acudir un día antes al trabajo para ir poniéndose al día. Mientras le están enseñando la cárcel y están en el módulo FIES, donde están los presos más peligrosos, hay un motín y Juan que se desmaya por un golpe en la cabeza es abandonado por sus compañeros en una celda vacía porque no pueden cargar con él y les urge salir del módulo para no verse retenidos por los presos.
Cuando Juan despierta descubre su situación, y decide pasarse por un preso más justo cuando lo descubren y deciden presentárselo a Mala Madre (Luis Tosar), el jerifalte de la cárcel, el dueño del cortijo. Allí, aunque le gastan algunas novatadas, Juan, a partir de ahora «Calzones», consigue ganarse su confianza y se convierte en su mano derecha durante el motín.
Conforme avanza el motín las cosas van complicándose: Cogen a unos etarras como rehenes, la gente empieza a agolparse en la puerta de la cárcel para saber de sus presos, la represión es muy dura, siendo la mujer de Juan, que está embarazada golpeada con dureza.
Las cosas van cambiando poco a poco, y Juan tiene cada vez menos que perder, lo cual no hace si no empeorar la situación.
Los negociadores no se ven capaces de controlar la situación, y los GEOs tampoco tienen la aprobación para entrar en la carcel y reprimir el motín porque temen por la vida de los rehenes terroristas.
La película no está mal, y otros blogs han hablado de ella mejor que lo que yo puedo hacer, si bien desde mi punto de vista la película intenta reflejar el cambio que puede llevar una persona sometida a presión, convirtiéndose de un funcionario de prisiones, en un auténtico criminal, tal y como los rodean, conforme se va viendo cada vez más sólo y con menos apoyo del exterior; aunque pienso que no refleja con realidad la vida del día a día dentro de la cárcel mucho más dura que lo que vemos en la película.
Otros puntos creo que son también poco creíbles. ¿Un preso nuevo, y el mismo día consigue ganarse la confianza y convertirse en la mano derecha del preso cabecilla? Poco creíble ¿no?
Una película muy violenta, entretenida, sin muchas sorpresas.