Este fin de semana, por fin, pude sacar un hueco para ver «Napoleón«; la que es por el momento la última película del afamado director Ridley Scott y estrenada el pasado año, 2023.

Resumir la vida de Napoléon en una película de 2,5 horas, es algo por así decirlo… imposible.

La película narra de la mejor manera posible, y con la excelente puesta en escena de Ridley Scott, y su abundante presupuesto, los últimos años del terror y de la Revolución Francesa, así como el ascenso del joven militar corso Napoleón, que llega para defender la República de las potencias extranjeras que intentan revertir la revolución; comenzando por la toma de Tolón, el matrimonio con su amada Josefina, la campaña en Egipto, para luego finalmente erigirse como cónsul y emperador de Francia, resumiendo esta etapa en las batallas de Austerlitz y la toma de Moscú tras la batalla de Boridino; una pírrica victoria, que tubo que abandonar tras el incendio de la ciudad a manos de los propios rusos.

Tras ellos, la renuncia a su puesto, para el exilio en la Isla de Elba, y tras el retorno, el fugaz gobierno de los 100 días que termino con la Batalla de Waterloo y su exilio final en Santa Elena.

Una película muy visual, espectacular en todas sus escenas; muy bien ambientada (donde incluso la iluminación con velas me ha recordado la ambientación de la película «Barry Lindon» de Stanley Kubrick; donde curiosamente, los españoles, frente a todos los quebraderos de cabeza que le dimos a Napoleón, no aparecemos.

Desde luego, un soplo de aire fresco, ante tanta cartelera anodina a la que nos tienen acostumbrados.