Ayer aproveché un ratillo para ver esta divertida película, dirigida por Grant Heslov y protagonizada por George Clooney, Ewan McGregor, Jeff Bridges (protagonista del inefable El Gran Lebowski) y Kevin Spacey; como se puede ver un reparto de lujo.
Bob Wilton (Ewan McGregor) es un periodista que al ser abandonado por su mujer, decide irse a la guerra (Irak) como una especie de experiencia vital, mientras espera para entrar en Irak conoce a Lyn Cassady, (George Clooney), un «Jedy» un soldado de un cuerpo experimental dentro del ejército del os Estados Unidos autodenominados «Ejército de la Nueva Tierra»: ejército que intenta combatir con armas alternativas: sugestión, telepatía, poder mental, una completa majadería, aparéntemente un sin sentido, pero que es contrarrestado por el gran entrenamiento militar que tienen estos jedys.
Al entrar en Irak, Lyn va contándole la historia del «Ejército de la Nueva Tierra», al considerar a Bob como otro Jedy más, el papel de Bill Django (Jeff Bridges) como creador de este cuerpo, y las zancadillas que les puso Larry Hooper, (Kevin Spacey) para hacerse con el control de la unidad.
En Irak se suceden las situaciones más disparatadas: Son tomados presos, se escapan, participan en un tiroteo entre agencias privadas de seguridad, hasta que finalmente encuentrna a Larry Hooper.
El ataque estrella de estos «Jedys» es el de matar a algún animal (ya sean hamster o cabras) mirándolas fijamente.
Una comedia que me recordó en algunos momentos a los Hermanos Coen, muy divertida, y rayando el absurdo casi en todo momento; aunque no he leído por Internet buenas críticas de esta película.

Ayer aproveché para sacar un ratillo y ver «Los Perros de la Guerra«, una película dirigida por John Irvin en el año 1980 y protagonizada por Christopher Walken.
Jamie Shannon (Walken) es el cabecilla de un grupo de mercenarios que operan bajo el mando del mejor postor. Al poco de regresar de una misión, recibe otro encargo: Viajar a Zangora para hacer un informe sobre la situación política del país para una empresa que quiere invertir en ese país.
Allí descubre la verdadera situación del país: Un paranoico dictador que controla el movimiento de toda la población y donde no permite que se mueva una hoja sin su permiso. Aunque él entra como naturalista, es pronto descubierto, encarcelado y deportado del país.
Aunque reacio a una segunda misión, al final decide vender sus servicios al conglomerado industiral para volver a Zangora e iniciar una auténtica revolución contra el dictador.
Películas como estas son las que recientemente ha utilizado Silvester Stallone para parodiarlas en su película «Los Mercenarios«, si bien salvando las grandes distancias: Aquí Shannon es un antiguo tirillas, nada de un tipo musculoso, al que además le dan la del pulpo de vez en cuando, moviéndose por toda Europa para conseguir armas.
Una interesante película que intenta reflejar la situación política que se vivía en í?frica durante los años 70 tras la descolonización.