Hace dos domingos, el día 19 de Abril no pudimos salir con la bicicleta por la mañana con el Club Ciclista porque había llovido y la carretera estaba mojada, pero con las ganas que tenía de probar el nuevo velocímetro, no me podía aguantar, así que por la tarde, en cuanto me llamó José María para salir con la bici, no tuve que pensármelo dos veces para coger la bicicleta.
Salimos por la carretera de Santiago de Calatrava, en Lendínez, nos desviamos para la Higuera y sin llegar al pueblo cogimos una carretera que nos llevó directamente al Pilar de Moya, aunque con unas vistas de la torre Fuencubierta y de Martos realmente buenas.
Empezamos a rodar por la carretera de Porcuna, pero como parecía poca cosa, al final cambiamos de carretera y nos fuimos parra el Villardompardo, subimos la cuesta la Botija y después nos bajamos para Torredonjimeno, para volvernos para Martos por Fuensanta.
Y por supuesto en cuanto llegué a casa, conecté el velocímetro al ordenador, y descargué la etapa en el ordenador, para ver el perfil de la etapa. Analizando el perfil, se puede ver la bajada hasta la Higuera de Calatrava (hasta la parada 1), luego la subida hasta la carretera de Porcuna. La parada 4 es el riachuelo que hay antes justo de empezar la cuesta la Botija, y la parada 5 es llegando ya a Torredonjimeno. Además se pueden ver también las pulsaciones: se ven como a mayor pendiente, mayor pulsaciones y menor velocidad.
En total salieron 55 km., en dos horas y cuarto, 1700 kilocalorías.
De los 55 km, 17,81 fueron de subida y 19,11 de descenso. En total la altitud acumulada fueron 773 metros. En fin, el nuevo cuentakilómetros que tiene mucha información.

Desde que se me estropeó el pulsómetro, tenía ganas de comprarme uno nuevo. Después de comentar con los compañeros del Club Ciclista y mirar por Internet los diferentes fabricantes los modelos que tienen, al final el que más me gusto fue un modelo de Sigma: El Polar 9.0
Visto sobre el papel era muy interesante: Velocímetro, Altímetro, Cadenciómetro y Pulsómetro en un sólo chisme. Además tiene la opción almacenar todos los datos que registra hasta un máxmo de 72 horas para luego verlos en el ordenador.
Así que después de muchos meses, de pensármelo, y sobre todo, de olvidarlo (aunque luego, siempre que cogía la bici me acordaba), por fin quedé con Joaquín para pedirlos en una página de Internet: kitres. él pediría un pulsómetro para él y yo mi Sigma Rox 9.0, para así compartir gastos.
Y la verdad es que me llegó… cuando abrí el libro de instrucciones, no sabía por donde meterle mano, la instalación no parecía muy complicada, pero el manejo del velocímetro parecía que sí…
El viernes en cuanto tuve tiempo instalé el velocímetro, su sensor de cadencia y empecé a probarlo y empecé a cogerle el tranquillo.
He hecho ya un par de salidas y la verdad es que poder ver en el ordenador las rutas es interesante: Los metros que se suben en una etapa, el perfil con la velocidad, y las pulsaciones (casi siempre inversamente propocionales: a menor velocidad, mayores pulsaciones…), y en realidad es mucho más fácil de manejar de lo que puede parecer a primera vista.
En fin, espero tener más suerte que con el antiguo pulsómetro y que me dure más tiempo; de momento a hacer kilómetros.