El domingo 2 de Agosto era la primera jornada real del Camino de Santiago en ruta: Lisboa – Batalha; 110 km. sin muchas subidas.
Nos levantamos temprano; apenas desayunamos nos montamos en el autobús para quitarnos un poco el tráfico del centro de la ciudad y en las afueras de la ciudad nos bajamos para empezar a sacar las bicicletas del autobús y empezar a dar pedales.
Dirección norte, y poco a poco vimos como íbamos dejando la urbe atrás: naves, polígonos industriales, pequeños pueblos del cinturón de Lisboa iban quedando atrás; hasta que a unos 40 km. hicimos la primera parada para reagruparnos y tomar algo de líquidos.
Después de unas pequeñas subidas; entramos en una pequeña meseta a unos 200 metros de altitud y con unas carreteras relativamente llanas y rectas donde rodar era muy fácil; aunque el cartel de «Batalha» se resistía y no quería aparecer ante nuestros ojos para darnos una indicación de cuánto tiempo dando pedales nos quedarían.
Al final, 112 km. en 4 horas, con 800 metros de desnivel y 2300 kilocalorías gastadas.
Impresionante fue al llegar a Batalha; tras dejar la carretera y llegar al hotel, levantar la cabeza y encontrarnos cara a cara con el Monasterio de Batalha; que visitamos tras la comida. Un gigantesco monasterio del gótico tardío que conmemora la victoria portuguesa en la Batalla de Aljubarrota que consideran como el hecho que marca la independencia definitva de Portugal de la Corona de Castilla.
Junto a la nave principal de la iglesia se encuentra una capilla con enterramientos de varios infantes portugueses y al otro lado el claustro del monasterio; en una de cuyas capillas está la Tumba al Soldado Desconocido de Portugal; coronado con un Cristo traído de las trincheras de Flandes en la I Guerra Mundial donde Portugal combatió del lado de los aliados.
Interesante es también ver la colección de objetos y recuerdos dejados en numerosas visitas de autoridades extranjeras a la Tumba; entre la que me llamó la atención una del Acorazado «Graf Spee«.
Tras la visita al Monasterio, nos montamos en el autobús para hacer una visita al cercano santuario de Fátima; donde se estaba celebrando una misa en castellano, en el exterior por estar de obras la basílica.
Y después nos volvimos para cenar en el Hotel en Batalha y no acostarnos muy tardes, que el lunes tendríamos la segunda etapa del Camino.

El punto de inicio del Camino de Santiago portugués que hicimos fue Lisboa; donde llegamos con el autobús justo para la hora de comer; fue curioso como tras pasar Badajoz, en menos de 5 km. estábamos ya en Portugal mientras los móviles perdieron la cobertura.
Después de descansar un rato en el hotel, fuimos a darnos una vuelta por el centro de Lisboa, así que dando un paseo llegamos casi sin darnos cuenta hasta la Plaza del Comercio (Plaça do Comércio); pasando antes por el Elevador de Santa Justa y desde allí, después de echarnos unas fotos, cogimos un tranvía (Uno moderno, no uno de los antiguos tan típicos de Lisboa que aún siguen circulando) para ir hasta el Monasterio de los Jerónimos de gótico manuelino (equivalente al gótico isabelino español), donde no entramos por ser tarde y nos echamos una fotografía junto al Monumento a los Descubridores y tras seguir dando un paseo, volvimos a montarnos en un tranvía para volvernos al centro de Lisboa.
De nuevo en la Plaza del Comercio paramos a tomarnos una cerveza en los bares de la zona; para luego quedarnos a cenar por las cercanías; una zona turística del centro de la ciudad que salvo por el entorno podría estar en cualquier sitio; y por supuesto ya tuve la oportunidad de probar el afamado bacalao portugués.
Y sin trasnochar mucho, vuelta al hotel (esta vez en metro, había que probar todos los medios de transporte de Lisboa). Al día siguiente teníamos la primera etapa, con destino a Batalha, con más de 100 km.

Este año, el C. C. Tosiria ha organizado el Camino de Santiago; y con este ya van 5 organizados, y para variar un poco este año se ha elegido por trayecto el Camino Portugués.
19 valientes con su bicicleta de carretera y un autobús de Rivera con su chófer por apoyo; 600 kilómetros en 6 días que nos llevarían desde Lisboa hasta Santiago de Compostela.