Teníamos algunos huecos en el campo; olivos viejos que enfermos terminan por secarse (fundamentalmente por la verticilosis), y al final hay que arrancarlos, desinfectar la tierra y, pasado un tiempo, volver a plantar una nueva estaca.
Este fin de semana hemos aprovechado mi padre y yo para plantar una nueva estaca; esta vez de la variedad italiana «Frantoio» (que es resistente a la verticilosis y además mejora la polinización cruzada), en uno de los huecos que teníamos.
Ahora a esperar unos pocos años e ir viendo como va creciendo.
¡Que bonito es el campo!