Con un nombre tan conductente, Fernando Vizcaíno Casas deja poco a la imaginación. Un autor de superventas, que se hizo muy popular a partir de los años 70, con unas obras muy marcadas por la política y la sátira de la sociedad española de la época; definiéndose a si mismo como un seguidor de Franco sin ningún prejuicio.
«Los Rojos ganaron la Guerra» es una ucronía (o Historia Ficción), en la cual nos hace partícipes de un relato en el que la Batalla del Ebro es ganada por la República, cambiando el signo de las batallas restantes de la Guerra Civil; llevando el ejército republicano a terminar con la Rebelión de los militares.
Esto hace que en 1939 el Ejército Republicano consigue sus últimos objetivos militares, acabando la guerra. Sin embargo dentro del gobierno republicano el peso del Partido Comunista es mucho mayor que el obtenido en las últimas elecciones, así que consiguen desplazar al resto de miembros: D. Manuel Azaña dimite, tomando su puesto la Pasionaria, mientras que el Dr. Negrín sigue como Jefe de Gobierno.
Traslada muchos de los acontecimientos de la posguerra a este mundo paralelo: Racionamiento, hambre, depuración de los funcionarios e intelectuales; pero gobernado por el Partido Comunista en lugar de Franco, pasando poco a poco a la colectivización de la eocnomía y la parada poco a poco de los servicios primarios del país.
La Guerra en Europa produce unos extraños aliados: La Unión Soviética y la Alemania Nazi (La Operación Barbarroja no llega a realizarse), que luchan juntas contra Inglaterra; involucrando a España más o menos en la Guerra.
La novela o llega a valorar de ninguna forma excesiva ninguno de los dos (potenciales) gobiernos.
Una novela entretenida, sin muchas pretensiones literarias; más que hacer pasar un buen rato en su lectura. Los hechos históricos se suceden de forma rápida, casi más como un libro de texto de historia.
20 marzo, 2016
por admin
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