Bueno, como comentaba hace un rato, hoy era el día de las elecciones y después del post acelerado que he puesto para tener las ideas un poco más claras respecto a las elecciones de hoy, vamos a ver un poco la crónica del día.
El colegio electoral donde me ha tocado votar está al lado de la residencia y resulta que era un centro de día o una especie de asilo de ancianos o algo parecido. Hemos llegado alli y un hombre nos ha dado una papeleta y nos ha explicado que nos metiéramos en una de las cabinas (había 3) de cartón, rellenásemos la papeleta (Rubén lo comentó en su blog con más detenimiento), porque aquí en Alemania las listas son abiertas.
En fin, después hemos ido a votar y sorpresa: La mujer nos ha pedido la tarjeta que llegó por correo, solamente, ni carnét, ni pasaporte ni nada, o sea, que si se pierde la tarjeta no puedes votar, pero si le robas la tarjeta a otro, pues como que tampoco pasa nada. En fin, este país cada vez me desconcierta más, es que son demasiado confiados, o como decía un amigo mío «Les falta un hervor».
Después nos hemos vuelto para la residencia porque Rubén nos iba a invitar a unas Lentejas, que nos las había preparado, hasta con su chorizo y su morcilla (Fue la odisea del viernes, buscar morcilla en Darmstadt, al final la encontramos pero era de cebolla, Rubén que es de Cantabria nunca la había probado, él es más de morcilla de arroz). Es que parece que no, pero hay que ver como se echan de menos las cosas propias de la gastronomía nacional, claro que cuando me vuelva a España supongo que también echaré de menos las cosas que hay por aquí, sobre todo la cerveza.
En fin, la verdad es que estaba todo muy rico, y de postre nos había preparado también arroz con leche.
Después un poco de sobremesa, a contar la crónica y/o detalles de la barbacoa de ayer; luego a misa, de vuelta a cenar un poco y a estudiar, que los exámenes no perdonan.
Por cierto, que he estado preguntándoles a varios compañeros y me parece que la participación de los Erasmus en las elecciones ha sido más bien baja, con la ilusión que me hacía…