El pasado sábado, como hacía mal tiempo, estuve viendo «Monuments Men«, la última (por el momento) película dirigida por George Clooney.
Está basada en una unidad del ejército estadounidense de la II Guerra Mundial que se dedicó de intentar presevar el patrimonio histórico y cultural, de la destrucción de la guerra, después de ver cómo quedó Florencia o Montecasino. (Lástima que no se aplicaran el cuento en la última intervención en Irak)
Para ello, el mismo presidente Roosevelt nombra a Frank Stokes (George Clooney) como responsable de la unidad «Monuments Men», encargándose de recular a varios artistas y técnicos para formar la unidad y comenzar a trabajar en Europa; entre ellos estarán James Granger (Matt Damon), el arquitecto Richard Campbell (Bill Murray), Walter Garfield (John Goodman), el francés Jean Claude Clermont (Jean Dujardin) o el inglés Donald Jeffries (Hugh Bonneville), todos ellos basados en personajes reales de la verdadera unidad de recuperación de obras de arte.
En la película vemos como poco a poco los alemanes van retrocediendo, aunque pese a ello, gran cantidad de obras de arte de la Francia ocupada parten hacia Alemania ante los ojos impotentes de Claire Simone (Cate Blanchett); al llegar al continente, cada miembro del equipo se reparte, buscando diferentes bienes: Desde el retablo de la Catedral de Gante o la Madonna de Brujas de Miguel Ángel; aparentemente sin mucha suerte.
Mientras tanto, James Granger se queda en París intentando sonsacar información de Claire Simone, sobre el destino de las obras de arte para intentar no ir dando palos de ciego en su búsqueda; sin embargo Claire se muestra reticente al pensar que los americanos quieren hacer lo mismo que los alemanes: llevarse las obras a su país.
Finalmente, en un golpe de suerte entrar en la casa de campo de un militar alemán retirado, y se encuentran con una gran colección de impresionistas franceses de finales del XIX, lo cual hace que puedan empezar a tirar del hilo e investigar en las minas abandonadas donde los nazis han ido escondiendo sus obras de arte robadas.
La película es entretenida; sin embargo carece de un hilo argumental consistente; más bien parece que son anécdotas contadas a mogollón; haciendo un poco difícil el seguir la película. La ambientación, como en todas las películas alemanas de la II Guerra Mundial está muy bien conseguida.
Monuments Men
7 marzo, 2014 | Sin comentarios