El otro día me llegó a mi casa unos catálogos de Aureo. Prácticamente increíble, tres catálogos para tres subastas, dos de las cuales será el 30 de abril y la tercera para el 21 de junio. Realmente increíble, sobre todo viendo la colección «Rosalía de Castro», con gran cantidad de piezas de oro de los siglos XVIII y XIX.
Y la pregunta de siempre ¿de dónde sacarán tantas piezas? Y es que desde luego con los medios de hoy en día, el mercado numismático se mueve más que en ninguna otra época, las monedas se compran y se venden con una facilidad realmente increíble.
?Cuanto habría costado juntar una colección así para un particular en una ciudad que no fuese una gran capital hace 50 ó 100 años!
Y lo dicho, aunque las monedas no parezcan interesantes pueden ser una forma indirecta de estudiar y comprender la historia, y para aquellos numismáticos (que creo que ya empieza a haber algún lector numismático) que le eche un vistazo, aunque no sea su «campo de acción» es realmente increíble ver monedas nuevas tan diferentes de las que estamos habituados a ver.