Sakamura, Corrales y los muertos rientes es una novela del barcelonés Pablo Tusset del 2009; una comedia ligera irreverente, donde el autor se ríe un poco del panorama político español actual.
El Cabo Corrales, uno de los últimos Guardias Civiles que quedan en Cataluña destinado a aduanas es puesto a trabajar junto a un inspector japonés de la Interpol en un extraño caso de unos extranjeros que aparecen muertos en el pueblo de Cadaqués.
Todos tienen en común el aparecer con una gran sonrisa; algo que el Guardia Civil atribuye a una picadura de medusas, pero que Sakamura no se dejará convencer tan fácilmente. Comienza una investigación por los finados y sus ambientes; justo en el momento en el que la noticia llega a las altas esferas del gobierno regional. El Presidente de la Generalitat entra en pánico al ser informado que los finados formaban parte de un programa piloto para el aprendizaje del catalán de forma automática radiando a los pacientes. Sin embargo todo se complica cuando un grupo de «los Innombrables» roban un aparato para usarlo contra el Presidente del gobierno central y hacer que aprenda vasco, olvidando el castellano.
Una novela ligera, cuyo único fin es hacer reír al lector, parodiando el panorama cultural actual español, parodiando a los partidos y los gobiernos, tanto de Cataluña como del País Vasco y de España del 2009.