Esta semana terminé de leerme está novelita corta de D. Miguel Delibes, publicada originalmente en 1950; hace ya casi 70 años.
Tercera novela publicada tras «La Sombra del Ciprés es Alargada» y «Aún es de día»; cuenta la historia de un grupo de muchachos en un pequeño pueblo del norte de Castilla, o Cantabria, que en la antigua división regional de España, pertenecía a Castilla La Vieja. Durante la posguerra, la mayor preocupación de los niños es que trastada harán ese preciso día; y ver cuál es su mayor inventiva.
Daniel el Mochuelo es el protagonista del libro, un chico que pronto a cumplir los 11 años debe ir a la ciudad para continuar sus estudios y hacerse un hombre de provecho; Germán el Tiñoso y Roque el Moñigo son sus compañeros de aventuras; Roque es el hijo del herrero del pueblo; fuerte al igual que su padre, es huérfano de madre que murió de parto al nacer él; por lo que está siendo criado por su hermana Sara; mientras que Germán; afectado por la tiña lo que le ha producido unas calvas en la cabeza es el hijo del zapatero del pueblo y gran amante de los pájaros, al igual que su padre.
Juntos andan revolucionando el pueblo y la parroquia con sus travesuras, donde destacan otros protagonistas como las hermanas Guindillas, hijas del antiguo jefe de puesto de la Guardia Civil, fieles defensoras de las más puras tradiciones católicas; D. José; el cura del pueblo, más avanzado que algunos de los habitantes del pueblo; la llegada al pueblo del Indiano; un antiguo vecino que hizo las Américas en México y vuelve enriquecido y acompañado de su bella hija, la Mica, de la que Daniel se quedó prendado, aunque quien realmente le corresponde es la pequeña huérfana Uca-uca.
Una novela clásica de la literatura del siglo XX español, quizás más madura y elaborada que la de la Sombra del Ciprés es Alargada; nostálgica, rememorando la infancia y travesuras del protagonista. Una España que fue; la de la posguerra; con una novela cercana ya a cumplir los 70 años.
25 julio, 2019
por admin
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