Ahora que por fin ha pasado el confinamiento duro y han permitido la movilidad entre provincias, amablemente Repiso y Adelina nos invitaron a pasar un fin de semana en su refugio de las Alpujarras: Bérchules.
El segundo fin de semana de Junio, el viernes después de trabajar y aprovechando que Sandra aún sigue de ERTE nos fuimos; primero hicimos una parada técnica en Granada para tomar un café; dar una vuelta y recordar los viejos tiempos; aunque el comercio estaba cerrado por el Corpus y la huella del COVID también se notaba en muchos comercios cerrados.
Reanudamos la marcha tras tomarnos un café en la Fuente de las Batallas y continuamos hasta Bérchules subiendo por la carretera de Cádiar y llegamos a casa de nuestros amigos para cenar.
El sábado Repiso y yo aprovechamos también para estudiar algunos exámenes del PER que estamos preparándonos para examinarnos ahora pronto en Málaga.
Con el tío de Adelina hicimos una pequeña ruta de senderismo por la Alpujarra para volvernos por la antigua acequia. Incluso el domingo por la mañana tras madrugar un poco me dio tiempo a escaparme con la bicicleta hasta Valor. Ya hacía algunos años que no cogía una ruta ciclista por las Alpujarras; donde hay carreteras tan chulas.
Algo más de 40 Km. en la ruta Bérchules – Válor; incluso pasando por el pueblo de Yegen, inmortalizado por Gerald Brenan en su novela «Al Sur de Granada«.
Hacia el medio día llegaron Juanele y María Irene, y juntos bajamos hasta la zona baja del pueblo; a la fuente agria para dar una vuelta; antes de volver a la casa para darnos el homenaje del consabido «plato alpujarreño» que a todos gusta.
Y tras despedirnos; y pasar un estupendo fin de semana tocaba volverse a casa y reanudar las actividades; si bien no aún cotidianas; las que nos llenaban la agenda.