La semana pasada terminé de leerme esta novela corta del gran Miguel Delibes. Ambientada en el primer tercio del siglo XX, la verdad es que su vigencia puede trasladarse a cualquier época y cualquier lugar: Mi Idolatrado Hijo Sisí.

Publicada en 1953, Cecilio Rubes, es un comerciante de éxito en una capital castellana. Tiene una economía desahogada, está casado con una chica joven aunque no de su clase, alterna sus visitas al casino con una amante a la que le ha puesto un piso, no tiene motivos para quejarse; pese a su reticencia a tener hijos, un día su legítima esposa le anuncia que está embarazada. Acepta con resignación la llegada de su hijo, aunque no sabe criarlo, cediendo en todo y concediéndole todo lo que le pide, aunque sea algo completamente irracional; dando por resultado a un perfecto inútil, egoísta, vividor y mala cabeza. En contraposición con la familia de Rubes, hacen amistad con otro matrimonio, recién llegado a la ciudad, los Sendín, donde el padre de familia es abogado y sus numerosos hijos estudian y son «de provecho».

Sin embargo todo se trunca con la llegada de la Guerra Civil y la parca que siega las vidas sin preguntar.

Una gran novela de Delibes, con una fina descripción de la psicología de los personajes, una gran ambientación de la época.