Haciendo memoria, creo que nunca había subido a la ermita por la Romería de la Virgen de la Victoria; pero aprovechando la fiesta del último fin de semana de mayo; empezamos el viernes, cuando Sandra se puso el traje de gitana y nos fuimos a cenar con Ana, Pepe, Pedro y María José en el casino, para luego presumir de trajes en el parque.
El sábado no pudimos participar en el camino porque tuvimos que estudiar un poco, pero por la tarde cogimos la moto y subimos un rato a la ermita a estar un rato con los amigos: Pedro, Mario, Iván,… y sus respectivas.
Y por supuesto, pudimos disfrutar de las dulces serenatas de Pedro.