Ayer saqué un hueco para ir al cine a ver «Los Descendientes», la última película protagonizada por George Clooney, y dirigida por Alexander Payne.
Matt King (George Clooney) es un abogado de éxito en Hawai, que está a cargo de la herencia de sus primos, proveniente de sus antepasados, ante la obligación de tener que deshacerse de la herencia para solventar unos problemas legales. Justo en esos momentos, su mujer tiene un accidente mientras hacía esquí acuático.
Acostada en cama, en coma, Matt, intenta poner un poco de orden, junto a su hija pequeña Scottie (Amara Miller), su hija adolescente Alexandra (Shailene Woodley), cuando comienza a enterarse de pequeños secretos que tenía su mujer, y que Alexandra descubrió, poniendo en juego un tercer personaje, Brian Speer (Matthew Lillard), aunque como siempre, para una mejor crítica, se puede mirar aquí.
Una interesante película, que si bien es un drama, las situaciones de humor negro la hacen mucho más llevadera y alegre, dentro del marco.