La semana pasada aproveché un hueco para ver «The Imitation Game – Descifrando Enigma», una película británico-estadounidense del 2014, del director noruego Morten Tyldum y nominada a varios de los premios Óscar del 2014; incluyendo el de mejor película, aunque sólo se llevó el de mejor guión adaptado.
Protagonizada por Benedict Cumberbatch, narra la historia del matemático y pionero de las ciencias de la computación Alan Turing; comenzando a principios de los años 40; cuando el comandante Alastair Denniston (Interpretado por Charles Dance – Juego de Tronos) recibe la orden de montar una oficina secreta en Bletchley Park para descifrar la máquina Enigma (Sin hacer mención al trabajo polaco previo en el que se basaron los ingleses), en colaboración con el servicio secreto británico – MI6; contando Turing con colaboradores de la talla de Hugh Alexander; y con Joan Clarke (Keira Knightley); la que sería por un tiempo su prometida; hasta que intentando ser coherente con su homosexualidad tuvo que dejar la relación.
En los recuerdos de su infancia aparece ya como un marginado en el colegio y en la Universidad, pese a su brillantez académica; hecho que seguramente marcaría su personalidad durante el resto de su vida; si bien era un genio, el trato con sus compañeros lo mostraba como una persona extraña y peculiar lo cual no facilitaba a aumentar su popularidad.
Una película entretenida; muy interesante para cualquier estudiante de la ciencia de la computación por la importancia histórica de Alan Turing en el mundo de la informática.