La semana pasada terminé de leerme «Napoleón en Chamartín«, la quinta de las novelas que componen los Episodios Nacionales de D. Benito Pérez Galdós.
Tras Bailén, Gabriel vuelve a Madrid, parando en casa de Santiago Fernández «El Gran Capitán»; allí entra en contacto, de nuevo, con D. Diego de Rumblar, el prometido de Inés que lleva una vida disoluta en Madrid, rondando otras mujeres y de sarao en sarao; acompañado en muchas de sus correrías por Santorcaz, que quien se sospecha es afrancesado.
Mientras tanto, los refuerzos que Napoleón ha hecho cruzar los Pirineos se acercan a Madrid; de forma casi imparable con objeto de tomar la capital; Gabriel enrolado en las milicias populares que ha montado la ciudad de Madrid es llevado a la presencia de la condesa Amaranta por el Padre Salmón para que testifique sobre la vida de Diego de Rumblar; sorprendida al ver a Gabriel vive, intenta convencerlo para que abandone a Inés; proponiéndole para ello una ejecutoria de hidalguía para pasar a las Indias (Perú); si bien Gabriel da su palabra de abandonar a Inés.
Tras la entrada de los franceses, rendida Madrid casi sin luchar, Gabriel se ve en peligro al ser Santorcaz ascendido a jefe de alguaciles; para lo que cuenta con la protección del Padre Salmón y su congregación e incluso de la misma Condesa que está bien relacionada con las tropas francesas y la corte del Rey José; esto mismo hace que Gabriel intente alertar a Inés de las fechorías que planea Diego de Rumbar, dando un nuevo giro a su futuro frente a Inés y frente a su protectora accidental la Condesa.
Otra excelente entrega de los Episodios Nacionales; libros escritos a finales del siglo XIX (1875) en Madrid por el escritor canario, que destina modernidad y actualidad.