Tras salir de Lourdes, cogimos camino del Valle de Arán; así que entramos al Valle de Arán desde Francia; el Valle de Arán es la única comarca española que está al «norte» de los Pirineos; es decir ; sus aguas corren hacia Francia; así que el paso fronterizo entre España y Francia no se encuentra en un puerto de montaña; el puerto se encuentra al cruzar el Túnel de Viella.
Bosost era la capital tradicional de Valle; si bien, con el crecimiento del turismo ha basculado hacia Viella.
La parte baja del pueblo se distribuye junto a la carretera de Francia (N-230) y al rio Garona, que disfruta de sus últimos kilómetros españoles.
Con poco más de 1000 habitantes no es un pueblo especialmente grande; y tras dejar el coche en la carretera; junto al río; subimos algunas empinadas calles para dar una vuelta por el casco antiguo; encontrándonos enseguida con la Iglesia románica de la Asunción de María.
Tan sólo la piedra que corona la puerta de entrada con un bajo relieve con el Crismón, Cristo Pantocrator, y los cuatro evangelista; merece la pena; y un austero interior; con planta basilical y tres naves.
La iglesia está situada en la misma Plaza del Ayuntamiento, donde hay también muchos bares y restaurantes; y evidentemente con la presencia de muchos franceses; así que aprovechamos para parar y almorzar.
El apartamento que habíamos alquilado no nos lo darían hasta bien pasada la tarde; así que aprovechamos y nos fuimos a dar una vuelta por Viella.
Tras dar un par de vueltas; conseguimos aparcar junto al cuartel de la Guardia Civil y bajamos hasta el centro del pueblo; fuimos a la oficina de turismo para ver la oferta de actividad que tenían; aprovechamos para entrar a la iglesia; románica de construcción inicial aunque muy modificada aunque tiene el busto de un Cristo románico muy bonito.
Y desde allí; justo cuando anochecía; nos fuimos para coger las llaves del apartamento que habíamos alquilado, en Las Bordas.