El domingo pasado fuimos los amigos a Linares al cine: Algunos querían ver Avatar, así que yo después de echarle un vistazo rápido a la cartelera, la única que me convenció fue «Shutter Island», la última de Scorsese.
En 1954, el marshall Teddy Daniels (DiCaprio) llega a la isla junto a su compañero, Chuck Aule (Mark Ruffalo) en busca de una peligrosa delincuente que se ha fugado sin dejar rastro, aunque está claro que no puede salir de la isla de Shutter Island, donde un ferry es la única comunicación con el mundo exterior.
Allí cuentan con el apoyo de los funcionarios de la isla, y de los psiquiatras del centro: el Dr. John Cawley (Ben Kingsley), y otro de origen alemán.
Teddy comienza a investigar por la isla en busca de la paciente, pero siempre se encuentra con muchos inconvenientes: Pabellones prohibidos con reclusos peligrosos, una tormenta que impide el retorno al continente; junto con continuas migrañas y muchos recuerdos de sus vivencias en la guerra en la liberación de Dachau y de la muerte de su mujer en un incendio.
Muchos locos por todos los lados, una película un poco oscura y en lo que al final nada es lo que parece.