Ayer aproveché para ver esta película, «El Gran Gatsby«, dirigida por Jack Clayton en 1974, y protagonizada por Robert Redford (Jay Gatsby), Mia Farrow (Daisy Buchanan) y Sam Waterston (Nick Carraway).
La película se desarrolla en los felices y despreocupados años 20: Nick, viaja para visitar a su prima Daisy, casada con el rico jugador de polo Tom Buchanan; viven de una forma despreocupada en un palacete, cerca de Nueva York. Lo primero que Tom le cuenta a Nick es la querida que tiene, e incluso lo lleva a visitarla y lo invita a alguna fiesta con la querida.
Nick vive en una pequeña casa al otro lado de la bahía, como corredor de bolsa, y es vecino de Jay Gatsby, un excéntrico millonario que se dedica a dar grandes fiestas en su palacio, en las que ni siquiera hace acto de presencia, poco a poco, Jay comienza a acercarse a Nick, y a interesarse por su prima, invitándola a tomar té. Allí se descubre la historia de amor que hay entre los dos, aparentemente desconocidos, esconden una triste historia de amor, durante los años de la I Guerra Mundial.
Basada en una conocida novela contemporánea (los años 20), la película me ha defraudado un poco: aunque bien ambientada, y con actores muy buenos, la historia no termina de engancharte y los cambios entre las distintas historias que va contando (La de Gatsby y el desliz de Tom), parece un tanto inconexa, y si bien Robert Redford está bastante bien, Mia Farrow tiene algún momento de sobreactuación, que queda incluso un tanto ridícula.