Después de 14 años y casi 20000 km. era ya hora de jubilar a mi antigua bicicleta de carretera, una Mendiz del 97, así que después de ahorrar un poco y seguir los consejos de mi amigo Urbita, al final elegí una Bicicleta Canyon.
Canyon es un fabricante alemán de bicicletas (de Koblenz); tan sólo vende bicicletas por Internet, ahorrando gastos en intermediarios, lo cuál hace que sean muy competitivas y la relación calidad-precio es inmejorable.
Al final elegí una Canyon Ultimate CF 8.0, montada en Ultegra, con platos Compact (50 – 34), potencia Ritchey, llantas Mavic Ksyrium Equipe y piñones traseros con 11 – 28, con un peso, sin pedales, de 7,1 kg. ¡Casi nada!
Como accesorios pedí unos pedales Look Kenda (Que resulta que no son compatibles con los Look Delta que tenía).
Después de elegir la talla (La página de Canyon tiene un aconsejador para la talla, poniendo la talla del ciclista), se hace el pedido por Internet, envían un e-mail con la factura y queda hacer el ingreso.
A los pocos días recibí el paquete: el cuadro montado, el sillín, las ruedas y demás accesorios por su lado. Muy fácil de montar, en menos de media hora estaba montado. El paquete viene con una pequeña llave allen con torquímetro, aunque para terminar de montar la bicicleta (pedales, y portabotes).
Y ya tengo la bicicleta operativa, ya la he probado un par de veces y va de lujo. Con esas características es más que normal.