El sábado 1 cogí un ratillo la bicicleta, sobre todo pensando ya en el dessafío que se acercaba a pasos agigantados. Decidí hacer una etapa con algo de subida, así que salí de Martos hacia Las Casillas, crucé el Pantano de las Casillas y subí el puerto del Villarbajo para bordear la sierra Ahíllos hasta Alcaudete. Allí paré, tomé un Aquarius, y otra vez a lomos de la bicicleta: Por la carretera N-432 pasando por el Río San Juan hasta las Ventas del Carrizal y desviarme a la izquierda por una carretera que sube poco a poco entre huertas hasta el Castillo de Locubín, donde aproveché para recargar agua. Ahora 21 kilómetros me separaban de Fuensanta, la siguiente población. Una carretera que pasa entre olivos, pero bordeando algunas sierras, el río Víboras y algunas subidas, una bonita ruta.
En Fuensanta paré para tomar una Coca-Cola y evitar que me diera alguna pájara en los últimos kilómetros, lo cuál sería mala suerte…
Al final 84 kilómetros en 3 horas y media, con 1500 metros de desnivel y 2500 kilocalorías gastadas. Nada en comparación con lo que es el dessafío…