El sábado aproveché un ratilllo para ver esta genial película de Orson Welles del año 1947. Protagonizada por Orson Welles en el papel de Michael O’Hara y Rita Hayworth en el papel de Elsa.
Elsa pasea un buen día por Central Park en Nueva York cuando es asaltada por unos maleantes, siendo salvada por Michael. Allí tiene el primer contacto con esta femme fatale, presentándola y averiguando quién es realmente: La mujer de un exitoso abogado de California, bastante mayor que ella e impedido físicamente: Arthur Bannister (interpretado por Everett Sloane).
Elsa intenta enrolarlo para la tripulación de su yate para un crucero que van a hacer por el Caribe, y Arthur se encarga de terminar de convencerlo con una suculenta oferta.
En el transcurso del crucero, Michael tiene ocasión de intimar con Elsa, conocer los planes de cada uno, así como conocer nuevos personajes, como George Grisby (Glenn Anders), el socio de Arthur, y con unos extraños planes en la cabeza.
Pronto Michael se ve envuelto en una serie de turbios tejemanejes, bien por dinero, bien por intentar estar con Elsa, una manipuladora, que intentará conseguir su propósito en cualquier circunstancia.
Una increíble película, toda una obra de arte del periodo más clásico del cine y obra de un director como Welles. Rodada en Estados Unidos y en el Caribe la ambientación de la rica sociedad americana de los años 40, y el retrato que hace del Caribe y del Acapulco de hace 70 años. Más que recomendable.
La Dama de Shangai
14 febrero, 2012 | Sin comentarios