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Blog personal de José Ramón Martínez Pérez.

19 mayo, 2012
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Despedida de Rainer

Rainer
Este viernes estuvimos de despedida: Rainer, el alemán responsable de prototipos que tantos años llevaba con nosotros, por lo menos desde el 2008, cuando llegué a Valeo. Toda una institución en Martos, y aventurero incansable, inconfundible con su Africa Twin, y su casa comprada junto a la Virgen de la Villa.
Ahora emprende una nueva etapa, pero para intentar volver pronto.
Así que el viernes, después del trabajo, fuimos a tomarnos una cervecilla al antiguo J Verne, todos los de prototipos y algunos compañeros de proyectos, le dimos la carta con las firmas y unos regalillos, entre ellos un reloj de bolsillo, que tanto le gustan a este hombre los aparatos mecánicos.
¡Mucha suerte en tu nuevo proyecto!

19 mayo, 2012
por admin
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Con la moto por la Cañada de las Hazadillas y el Pantano del Quiebrajano

BMW F650GS en la sierra
El otro día, 20, saqué un ratillo para llevar la moto a la revisión del año, que ya le tocaba (e incluso con algo de retraso), así que el viernes por la tarde, aprovechando que no trabajaba, cogí la moto y rumbo a Jaén al taller. Como llegué temprano y tenía tiempo de sobra, hice una rutilla algo fuera de lo común: Fui a Jaén por Los Villares, y como era buena, hora me fui hasta Puente de la Sierra, para coger la carretera hacia Otíñar y explorar un poco, ahora que la había descubierto con el Club Ciclista.
Desde Puente la Sierra hasta unos 10 km., la carretera está recien asfaltada, por lo que se va bastante bien, con la moto; es una carretera de sierra, estrecha y con muchas curvas, pero yendo con cuidado no tiene que haber ningún susto. Me desvié por la carretera de la Cañada de la Hazadilla, y me di la vuelta al llegar al final de la zona asfaltada, desde donde continúa, ya por un carril de tierra un carril hasta Cárcheles.
Al darme la vuelta pude disfrutar de unas bonitas vistas del castillo de Otíñar, donde paré para hacer una foto y la moto dió un susto con su disposición vertical.
Al llegar al cruce de carreteras decidí seguir explorando y me fui hacia el Pantano del Quiebrajano, para volverme y llegar al concesionario de la BMW, justo a tiempo para entregarla para la revisión. Al final, un paseíllo de 85 km., teniendo ya la moto 15035 km. en total. ¡Los kilómetros no paran de subir!