Mi Blog

Blog personal de José Ramón Martínez Pérez.

6 octubre, 2013
por admin
Sin comentarios

Las Arenas de Marte

Las Arenas de Marte
El otro día me llevé una sorpresa al comprobar que Edhasa ha sacado una nueva edición de la novela de Arthur C. Clarke «Las Arenas de Marte«, de 1951, así que no me pude resistir y me la llevé a casa.
Aunque escrita en 1951 se desarrolla en los últimos años del siglo XX; el escritor Gibson es invitado a borde del «Ares», la primera nave de carga y pasajeros que cubrirá de forma regular la línea entre la Tierra y Marte; recientemente empezado a ser colonizado.
Durante el largo trayecto entre la Tierra y Marte (unos tres meses), Gibson tiene ocasión de ir conociendo y relacionándose con los demás miembros de la tripulación; al llegar a Marte, haciendo escala previamente en Deimos, Gibson y toda la tripulación del Ares llegan hasta Puerto Lowell, una de las dos colonias levantadas hasta ahora en Marte, un pueblo grande al más propio estilo del oeste americano.
Dada la trascendencia del viaje para la propia comunidad marciana, interesados en que Gibson mande buenas críticas a la Tierra de la vida en Marte, para que más colonos se aventuren a trasladarse a Marte para continuar con su labor; el propio Hadfield se encarga de apadrinar a Gibson en su estancia en Marte.
Gibson tiene una especial relación con el más joven de la tripulación del Ares: Jimmy es el hijo de una antigua novia suya, y también seguimos las actividades de éste, durante la estancia que hará en Marte: Mientras la nave se carga y se prepara para volver a la Tierra, la tripulación se queda en Puerto Lowell haciendo tareas cotidiáneas.
En un viaje en avión a través de Marte para alcanzar la segunda colonia terrícola, Puerto Schiaparelli, Gibson y sus acompañantes sufren un accidente que les deparará numerosos descubrimientos: Plantas que producen oxígenos e incluso animales marcianos.
Una novela muy entretenida sobre la exploración del Sistema Solar y la terraformación de Marte, escrita en 1951; cuando ni siquiera el Sputnik estaba en órbita. Realmente visionario e interesante, y como siempre, sin olvidar las leyes de la física; aunque haciendo uso de un poco de imaginación. A día de hoy sabemos que en Marte la vegetación tal y como la describe Clarke no existe en Marte así como tampoco animales superiores.