Esta semana terminé de leerme «Fundación e Imperio«, el segundo libro de la trilogía original de Fundación.
En este relato, después de haber pasado varios siglos después de la creación de la Fundación, ya plenamente establecida y relativamente robusta se enfrenta a nuevos desafíos y retos.
En la primera parte de la novela vemos como un general del Imperio, Bel Riose (inpsirado en el personaje de Belisario del Imperio Bizantino) se enfrenta a la Fundación. Bel Riose se muestra como un general competente y ambicioso, que decide tomar la Fundación para volver a incorporarla al Imperio. La Fundación es incapaz de vencer al decadente Imperio; aunque dotada de mayor tecnología, la superioridad numérica del Imperio hace parecer que toda lucha es inútil; sin embargo las propias rencillas internas del Imperio y la desconfianza del propio emperador hacen deponer al victorioso general, permitiendo la victoria de la Fundación; y una interesante reflexión sobre la fortaleza de los imperios, y la desconfianza de sus generales para conseguir victorias.
La segunda parte cuenta otra fuerte amenaza contra la Fundación: La aparición «del Mulo», un mutante con la particularidad de que es capaz las emociones de las personas, lo cual hace que viajando haciéndose pasar por un bufón, pueda viajar sin levantar sospechas y allanar el camino antes de las batallas, poniendo en serio riesgo la propia Fundación y el imperio al completo.
Una novela casi imprescindible para cualquier amante de la ciencia-ficción e importante en la bibliografía de Asimov; muy amena y entretenida.