Al calor de haber visto «El Marciano» de Ridley Scott, decidí ver «Prometheus«, la película anterior de Ridley Scott.
Pensada como una precuela de Alien, película de 1979 y también dirigida por Scott.
En esta nueva cinta nos situamos a finales del siglo XXI, donde unos arqueólogos descubren unos patrones en diferentes grabados prehistóricos y de antiguas civilizaciones que les apuntan a un sitio en el firmamento; juntos consiguen convencer a la corporación Weyland para que flete una nave hasta el origen de coordenadas de dichos diagramas, en algún punto no determinado del Universo.
Tras llegar allí y despertar después del largo viaje; todos los miembros de la tripulación comienzan con su misión de explorar el nuevo planeta; tras aterrizar, milagrosamente, cerca de lo que parece ser una antigua nave semi-enterrada durante milenios.
Allí, en sucesivas expediciones consiguen ir desenterrando los secretos de esa antigua civilización, compuesta por unos humanoides, que comparten con nosotros el ADN; y parece que también la mala leche y ganas de destruir otras civilizaciones para lo cual cuentan con complejas y destructivas armas bacteriológicas; que la doctora Shaw (Noomi Rapace) con la ayuda del robot David (Michael Fassbender) irán desentrañando, intentando averiguar quiénes eran y qué querían.
Una película de ciencia ficción; lejos de ser una película de género «duro», que más parece de terror, con violentas muertes y sustos, con una imagen y escenografía muy cuidada; entretenida; pero quizás recomendable únicamente para los amantes del género.
Prometheus
13 noviembre, 2015 | Sin comentarios