Padura es un genio. Un gran escritor capaz de retratar la realidad diaria cubana. Esta es la quinta entrega de su antiguo investigador policial, Mario Conde, que cansado del día a día policial se ha establecido por su cuenta como librero: se encarga de buscar libros interesantes para vendérselos a quien sepa colocarlos en el mercado. (Me da a mi que el propio Padura será un gran bibliófilo).
Después de las cuatro entregas dedicadas a más cuatro estaciones, “Adiós Hemingway” es la siguiente de la saga de Mario Conde.
En pleno periodo especial, su último jefe lo busca para que lo ayude en un caso un poco peliagudo: Una tormenta ha tirado un mango de la casa que Hemingway tenía en La Habana, y bajos las raíces ha aparecido un cadaver. ¿Sería el propio Hemingway el responsable? Ahí empiezan las tareas detectivescas de Mario Conde, preguntando a los que rigen el actual museo, investigando entre los papeles que dejó el escritor en Cuba y por supuesto entre los ancianos supervivientes del servicio que trabajó en la casa de Hemingway y que lo conocieron muy bien. Así vemos la presencia de un agente del FBI, peleas de gallos; armas, Ava Gadner, salidas en el yate “Pilar”; todo entremezclado en una historia que combina el pasado del año 58 con el presente del año 90, en una interesante historia, amena y bien escrita.
Adios Hemingway
19 diciembre, 2019 | 1 comentario
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