Anunciada a bombo y platillo estas últimas semanas; aprovechamos estos días de vacaciones para ver uno de los últimos lanzamientos de la televisión por subscripción Netflix: «Cielo de Medianoche«; dirigida y protagonizada por George Clooney:

El físico astrónomo Augustine Lofthouse (George Clooney) se encuentra en una estación de investigación y seguimiento en el Ártico (Polo Norte), que es evacuado repentinamente, quedando él solo continuando con sus actividades; gravemente enfermo, debe someterse a una serie de transfusiones de sangre periódicamente para vencer a la muerte semana tras semana.

La humanidad se encuentra frente a un tremendo desafío, al estar envenenándose el aire poco a poco produciendo la inhabitabilidad del planeta. De las misiones espaciales, sólo unas pocas siguen en funcionamiento: Una de ellas es la Aether, que vuelve tras explorar el satélite K-23 descubierto por el propio Lofthouse, en su juventud, en la órbita de Júpiter. La particularidad de este satélite K-23 es que es apto para la vida humana, por una inusual actividad volcánica que hace que las condiciones sean similares a la de la Tierra, incluyendo su atmósfera.

Una película un tanto anodina, y carente un poco de un hilo argumental claro y que enganche; se centra en el propio Lofthouse y su problemas de juventud y actuales; su obsesión por su carrera profesional dejando al margen la vida personal, las visiones que se le aparecen; al final tenemos una película de historia ficción mezclada con las obsesiones psicológicas del protagonista; aunque las imágenes del tráiler intenten recordar un tanto a Interstellar, cualquier parecido es pura casualidad.