El día 3 fue el últio día de la Feria de Damrstadt (la Heinerfest), para celebrar el fin de la fiesta organizaron unos fuegos artificiales, y claro, como no podía ser menos, allí estaba yo para ver que tal eran y, de paso, echarle alguna fotografía.
Los fuegos duraron desde las 22:44 hasta las 22:56, sólo 10 minutillos largos, pero bueno, no estuvo mal las cosas, los fuegos fueron cohetes y tal, vamos como todos los que hay en España, yo los vi normales, aunque nos comentaron los alemanes que los españoles siempre les quitaban méritos a estos fuegos (se ve que en España hay más tradición de fuegos artificiales que en Alemania y si ya uno se va a ciudades como Valencia…)
En fin, en flickr he dejado algunas fotografías que me han gustado de los fuegos.
Después de los fuegos estuvimos dando una vuelta por la feria, para despedir a Dani que ya se volvía para España.
Estuvimos dando vueltas por los cacharricos, pasando por la caseta que se parecía a la de la Oktoberfest e incluso los más atrevidos (Martí y su novia y Dani y un compañero de piso de Rubén) se subieron en una atracción que era como un tirachinas: era una bola, uno se sentaba dentro y le ponían unos arneses. La bola tenía dos cuerdas que la ataban a una estructura, luego tensaban las cuerdas y la tiraban para arriba, es una mezcla entre puenting, y un ascensor/lavadora, porque a la vez que te sube y te baja la bola también va girando sobre sí misma. Vamos que uno se tiene que bajar de la atracción esa con un mareo…
Pero bueno, al día siguiente ya había clase normal y no se podía trasnochar mucho, así que tempranico nos fuimos a casa, nos despedimos de Dani que ya se iría al día siguiente para España y poco más hay que contar.