El sábado por la mañana, con ganas de hacercosas pese al frío, decidimos ir de barbacoa a casa de Emilio, «al Moro». Así que los que teníamos el sábado libre, a primera hora fuimos a comprar las cosas: Primera parada en Hermusan para comprar la carne, y segunda parada en el Día, que hay crisis y hay que ahorrar.
Después rumbo para el Moro (la urbanización a 5 kilómetros de Martos en dirección a Los Villares), donde menos mal que ya estaba el fuego encendido porque con el frío que hacía, casi ni hacía falta hielo para las cervezas.
Después nos pusimos a poner la mesa con los aperitivos y cuando los terminamos, empezamos con algo má fuerte, la barbacoa, morcillas y chorizos, comida energética para el invierno.
La lástima es que al poco me tuve que ir y no pude ver como terminó la jornada, aunque creo que los últimos llegaron pasadas las 4 de la mañana…