El otro día fuimos al cine a ver «Los Miserables«, un musical estrenado recientemente, dirigido por Tom Hooper (El Discurso del Rey); protagonizado por Hugh Jackman en el papel de «Jean Valjean» y Russell Crowe en el papel del policía «Javert». Basado en la archiconocida novela de Victor Hugo del mismo título.
Jean Valjean, es un preso, condenado por robar una hogaza de pan para alimentar a sus sobrinos. Una vez que recibe la libertad condicional y empieza a deambular por Francia, tan sólo un obispo es el hombre que lo ayuda; aunque Jean Valjean traiciona la confianza del obispo robándole piezas de plata. El obispo, en vez de denunciarlo, decide ayudarlo, dándole más plata, pero le recuerda que debe cambiar de camino o no prosperará en la vida.
Con el tiempo se convierte en el dueño de una industria y alcalde de una ciudad; pero el policía Javert no se da por vencido y sospecha del alcalde, recordando al antiguo preso que rompió su libertad condicional.
Jean Valjean se ve obligado a escapar y a comenzar una vida nómada, acompañada de su ahijada Cosette, mezclándose incluso en la revolución de 1832.
Una vida de miserables, como su título indica.
Un musical muy visual (con todas las canciones en inglés con subtítulos, eso es importante), quizás no apto para personas muy sensibles (El título lo dice todo, «Los Miserables»), aunque muy entretenida e interesante.